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chicos mucho tiempo sin pasar por aqui planteandoles mis publicaciones ni mis articulos pero poco a poco espero ir retomando lo que un dia habia hecho con tanto amor para uds espero disfruten del siguiente articulo besos
La columna vertebral está constituida por elementos rígidos, siete vértebras cervicales, doce torácicas, cinco lumbares, el sacro y el coxis.
La columna posee dos curvas lordóticas móviles, cervical y lumbar, y dos cifóticas, la dorsal o torácica móvil, y la sacra rígida.
Existen 23 discos intervertebrales desde la vértebra cervical C2 hasta la primera vértebra sacra, aunque algunas anomalías constitucionales pueden hacer disminuir o aumentar su número. La denominada unidad motora está constituida por dos vértebras vecinas separadas por el disco intervertebral, pero unidas por ligamentos como el vertebral común anterior y el común posterior, que se sitúan por delante y detrás del cuerpo vertebral, reforzando el disco. En la parte posterior se sitúa el arco neural de cada vértebra, articulado con las inmediatas por las pequeñas articulaciones, o articulaciones interapofisiarias, reforzadas por sus ligamentos capsulares.
Los ligamentos interlaminares, denominados ligamentos amarillos, situados a cada lado, los ligamentos interespinoso y supraespinoso que unen las apófisis espinosas son el resto de elementos estabilizadores.
El canal espinal es donde se aloja el saco tecal con la médula espinal en su interior (la cual llega hasta la primera o segunda vértebra lumbar) o con las raíces lumbares y sacras a partir de ese nivel que forman la cola de caballo o cauda equina. Las raíces nerviosas salen de la médula y se dirigen hacia los agujeros de conjunción, atravesándolos para después formar nervios como los intercostales en la zona torácica o troncos nerviosos al fusionarse con otras raíces vecinas, como sucede a nivel cervical con el plexo cervical o en la zona lumbosacra, formando el plexo lumbosacro. Estos plexos dan origen a los nervios braquiales y crurales. Dada la vecindad de estas estructuras nerviosas con las esqueléticas de la columnna, las lesiones discales pueden afectarlas con frecuencia, ocasionando dolores irradiados por el territorio nervioso correspondiente, trastornos motores, sensitivos o de la órbita vegetativa por la afectación del ganglio espinal de la raiz.
VERTEBRA TIPO
Está compuesta por dos partes principalmente: el cuerpo vertebral por delante y el arco posterior por detrás.
El cuerpo vertebral es la parte más gruesa de la vértebra. Por lo general tiene una forma cilíndrica menos alta que ancha, con una cara posterior cortada. A ambos lados del arco posterior se fijan las apófisis articulares, localizándose los pedículos por delante de las apófisis y las láminas por detrás de éstas. Más posterior, en la línea media, se localiza la apófisis espinosa. El arco posterior se une a la cara posterior del cuerpo vertebral mediante los pedículos. Además la vértebra completa incluye las apófisis transversas que se unen al arco posterior casi a la altura del macizo de las articulares.
EL DISCO INTERVERTEBRAL
El disco intervertebral es una estructura compleja sujeta a una considerable variedad de cargas (fuerzas y momentos). Su espesor aumenta caudalmente hasta un valor máximo de 10 a 13 mm en L5/S1. Junto con las carillas articulares, es el encargado de soportar la carga de compresión a la que está sometido el tronco.
Desde el punto de vista fisiológico, el disco se puede dividir en tres regiones: el núcleo pulposo, el anillo fibroso y las placas de cartílago terminales. (escanear fig 2.9)
El núcleo pulposo está situado en la zona central, siendo su localización más posterior en la región inferior del raquis. Está formado por un entramado irregular de colágeno, al cual van adheridas partículas granulosas de mucopolisacáridos, que constituyen una estructura en gel, con un contenido de agua que oscila entre el 70 y el 90 %, que es máximo en las primeras etapas de la vida y tiende a decrecer con la edad. El núcleo pulposo ocupa del 30 % al 50 % del área total de la sección transversal del disco, siendo mayor el tamaño y la capacidad de aumentar su contenido en agua en las zonas cervical y lumbar.
El anillo fibroso constituye el límite externo del disco y está formado por varias capas concéntricas de tejido fibroso, cada una aproximadamente de 1mm, y organizadas de forma que la orientación de las fibras de colágeno en relación al eje longitudinal va alternándose en capas sucesivas. Para cada una de las capas esta orientación media es de unos 30º respecto del plano del disco, es decir, formando un ángulo de unos 120º entre ellas. En la zona interna, el disco limita con las placas terminales de cartílago, mientras que en la parte externa se encuentra unido directamente al tejido óseo de los cuerpos vertebrales.
Las placas terminales cartilaginosas están compuestas de cartílago hialino que separa las otras dos regiones del disco de los cuerpos vertebrales. Histológicamente, comienza con un activo crecimiento de cartílago a partir del nacimiento, tendiendo con la edad a hacerse irregular y a disminuir hasta verse reemplazado por hueso. Las placas terminales son las responsables de la nutrición del disco por difusión, por ser éste una estructura avascular. Además, actúan como barreras físicas para evitar la intrusión del núcleo pulposo en el hueso trabecular de los cuerpos vertebrales al aumentar la presión hidrostática.